casa 33

el proyecto de toda una vida…

Este conjunto de viviendas unifamiliares configura una de las primeras ciudades jardín que proyectó Le Corbusier, y en ella pudo materializar sus numerosas ideas en el mundo de la vivienda social. Algunas de ellas resultaban completamente rompedoras para aquella época, en la que las casas de pueblos y ciudades se limitaban a pequeñas construcciones con muros de carga, diminutas aberturas en fachada y unas condiciones higiénicas escasas.

Esta obra se encuentra situada en Pessac, un municipio que limita al Suroeste con Burdeaux. Fueron promovidas por Henry Frugès, un empresario  que contactó con el arquitecto tras leer el libro de LC “Vers une architecture”. La intención era hacer entre 150 y 200 viviendas sus para dar alojamiento a sus trabajadores, y repetir la experiencia por otras zonas del país, aunque finalmente sólo se construyeron 53.

La elección del lugar fue especialmente meditada, ya que el deseo era crear una “gran pradera, rodeada de un bosque de pinos” generando espacios con gran calidad de vida para sus moradores, con una ubicación cercana a la fábrica donde trabajaban los obreros y junto al vía del ferrocarril, símbolo de modernidad y prosperidad en aquel momento.

En esta ocasión, el gran genio hizo especial honor a su faceta de visionario proyectando un nuevo estilo de vida recogido en 6 tipologías de viviendas : maison arcade, maison gratte-ciel, maison jumelle, maison isolée, maison quinconces y maison zig-zag. Cada una tiene sus particularidades pero a su vez todas disponen de unos principios comunes que otorga unidad al conjunto. Las terrazas, ventanas apaisadas, los volúmenes puros, la concepción espacial de las estancias, las innovaciones técnicas, etc se repiten en todas las tipologías.

La experiencia de caminar entre sus calles, incluido un camino peatonal entre villas, resulta tremendamente enriquecedor. Por un momento se puede cerrar los ojos y retroceder 100 años, para imaginar esta creación con todo su esplendor. Y es que en la actualidad, aunque algunas viviendas se encuentran restauradas, otras se hallan en un lamentable estado de abandono. Peor suerte tuvieron algunas villas (maison quinconces), que desaparecieron a causa de un bombardeo debido a su proximidad con la línea ferroviaria. Otra está a la venta y despiertan el deseo de adquirirla para volver a convertirla en la rutilante villa que fue.

Afortunadamente, una de las casas gratte-ciel pasó a ser de propiedad municipal a finales del s.XX y se encuentra habilitada como casa-museo. De esta forma podemos realizar una visita guiadas por su interior ( excepto la terraza superior) , y observar planos de las diferentes tipologías residenciales construidas y una maqueta del conjunto.

En mi caso, también pude acceder al interior de otra vivienda gratte-ciel (bifamiliar), incluyendo la cubierta plana. La propietaria me indicó la existencia de problemas en la impermeabilización de esta zona, algo completamente lógico teniendo en cuenta la edad de las villas. También me explicó que todas las viviendas estaban protegidas respecto a cualquier tipo de intervención que alterara su composición arquitectónica, y que el gobierno disponía de subvenciones para facilitar las obras que tuvieran que acometerse. Una pena que estas ayudas no lleguen para restaurar íntegramente las que actualmente se encuentran deshabitadas.

Si queréis más información, podéis leer el post publicado por mi compañera Helena Ariza en su web www.myarchitecturalvisits.com