casa 33

el proyecto de toda una vida…

¡Feliz año nuevo! Mis mejores deseos en este nuevo periodo de singular denominación: 2020.

Y para comenzar, nada mejor que hacerlo con estas imágenes que corresponden a una de mis últimas obras. De nuevo, un portal obsoleto y con barreras arquitectónicas se ha transformado en un moderno y luminoso hall de acceso al edificio de viviendas donde se halla. Un diseño en el que el gran protagonista es el juego de techos, que me permite diluir los límites interior/exterior y generar efectos visuales gracias a un gran espejo. La paleta de colores se repite: blanco y negro sirven de base para el acero y la cerámica imitación madera. Una infinita combinación de posibilidades que generan espacios atemporales, singulares y elegantes.

Una vez más, la geometría vuelve también a tener un papel fundamental para obtener el objetivo deseado: enriquecer la circulación de las personas que diariamente transiten por este inquietante “foyer”. Perspectivas cambiantes que bailan al ritmo de la luz y los reflejos. Porque no hay nada más aburrido que la monotonía y la arquitectura debe deleitar los sentidos sin grandes estridencias.