Este proyecto parte de un recurso que nunca he utilizado anteriormente: la repetitividad. En este caso, se trata de una figura geométrica que aparece en cuatro ocasiones en el techo y una vez representada en uno de los paramentos verticales.
Sin embargo, no se reproduce miméticamente, sino que genero un juego de escalas y giros que provocan un dinamismo de una forma menos convencional. El paso de un ámbito a otro (interior-interior o interior-exterior) se enriquece con este particular juego de perspectivas que poseen una personalidad individual propia.
En la parte posterior del portal, una nueva pared curva contribuye a dinamizar el espacio y contribuir a esa sensación de movimiento detenido en el tiempo que caracteriza a mis proyectos.
La geometría vuelva a caracterizar el diseño planteado para esta obra de accesibilidad, donde los materiales primarios (acero corten, madera de iroko, vidrio, etc) apoyados en una base de negro/blanco confieren una atemporalidad básica para este tipo de intervenciones.