En los últimos años ha existido una importante labor de divulgación y acercamiento de la arquitectura a la sociedad, que inicialmente se efectuó con mesura y respeto. Actualmente, la evolución de la sociedad y en concreto la española, ha originado un escenario absolutamente desafortunado:

1. El uso extensivo de internet por parte de los diferentes estratos sociales produce un irreal acercamiento de la población al conocimiento. Y cualquier persona parece estar cualificada sobre cualquier materia, ya sea arquitectura, medicina, derecho, etc.
2. La crisis económica que sufre nuestro país afecta de lleno a la población y la convierte en más crítica con todo. Esto es algo que inicialmente puede resultar positivo, pero que en realidad ha desembocado en un desprestigio generalizado de la profesión de “arquitecto” en relación directa con el punto anterior.
3. Por otro lado, los errores de la llamada arquitectura-espectáculo pasan factura, ya que en muchos casos el escandaloso desfase presupuestario ha impedido su finalización, y en otros muchos se han concluido equipamientos desproporcionados cuyo coste de mantenimiento es inasumible.

Actualmente, con el sector de la construcción completamente hundido, aunque posiblemente en las postrimerías de la crisis, debemos replantearnos firmemente las inversiones y actuaciones tanto públicas y privadas que deben acometerse, evitando que la venda del lucro rápido y aprovechado de algunos pocos nos lleve a repetir los errores del pasado.