casa 33

el proyecto de toda una vida…

Comienza un nuevo año. Y como suele suceder en esta época, volvemos a tener la oportunidad de hacer muchas cosas. Nuevos proyectos. Nuevos retos. O al menos, de abordarlos con un enfoque diferente.

Las circunstancias del entorno afectan directamente a la arquitectura, algo que ha sucedido siempre a lo largo de la historia. Pero 2016 quiere ser el primer año de un nuevo periodo. Tras la recesión vivida, y a pesar de la ineludible incertidumbre política, la necesidad del mundo por afrontar nuevos proyectos está sobre la mesa.

2015 ha sido un año de transición. En mi caso, ha habido de todo un poco y he tenido la oportunidad de terminarlo en Francia disfrutando de mi gran pasión por la arquitectura, que con el paso de los años se incrementa de manera exponencial.

En el viaje he podido disfrutar de algunos de los últimos proyectos que se han realizado en ciudades como Burdeos o Lyon. Sin embargo, el objetivo del viaje era ir tras las huellas de Charles Édouard Jeanneret-Gris, universalmente conocido como Le Corbusier. Un viaje que continuará en 2016 en París, y en 2017 en la ciudad india de Chandigarh.

 Próximamente expondré mi experiencia sobre los edificios que he visitado en esta primera etapa de la gran aventuraque supone descubrir la obra de este gran arquitecto. Porque Le Corbusier es el principio y el final de la arquitectura contemporánea.La fuente de la que beben arquitectos actuales a los que admiro. Y hoy, más que nunca, comprendo la respuesta que me dio Enric Miralles en San Sebastián, hace aproximadamente 20 años, cuando le pregunté: ¿En qué te inspiras para hacer tus proyectos? Y su respuesta fue: “En Le Corbusier.”

Volver al inicio de la historia es la clave para abrir un nuevo camino. Y yo lo voy a intentar.

Pero antes debo alcanzar mi sueño: terminar la casa 33.

Feliz año nuevo a todos!