El miedo es libre. Eso dicen. Y ahora podemos sentirlo en las calles. Ya no ese trata del pánico a contagiarse de la COVID-19, sino del temor a la incertidumbre.
Los miedos pueden ser provocados por infinitos motivos. Pero es innegable que el momento que actualmente vivimos es especialmente convulso, sobre todo para la gran parte de la población que no tiene asegurado el ingreso que regularmente percibe por realizar la labor de siempre en su puesto de trabajo.Y precisamente esa incertidumbre post-coronavirus ha alterado la fisonomía de nuestras ciudades. La economía hoy más que nunca ha mostrado su especial vulnerabilidad a un factor incontrolable: el miedo. El mismo que mencionaba antes y que puede paralizar los músculos de una persona o los de la economía mundial.
Este verano está resultando especialmente atípico. Las ciudades languidecen por culpa de personas que no llegan: los turistas: y los habitantes autóctonos vigilan con recelo su gasto ante un futuro verdaderamente incierto.
La ley del mercado se vuelve a imponer. Los hoteles y apartamentos turísticos se ven forzados a ajustar los precios. Demasiada oferta para una escasa demanda. Viajar en estas fechas provoca cierta tristeza, nostalgia, sobre todo cuando se echa la vista atrás y se recuerdan bares y comercios rebosantes de vida que hoy cuelgan el cartel de «se alquila».
Recientemente he visitado Zaragoza. Una ciudad ecléctica en la que los estratos de historia se superponen como las capas de una lasaña. Tal y como os señalé que sucedía en Londres, en mi último viaje de 2019. La capital aragonesa va recuperando el ritmo, al igual que lo intenta el resto de localidades de nuestro rico y bello país. Las comunidades autónomas pelean por mostrar sus indiscutibles encantos y seducir al viajero nacional que todavía no ha decidido qué hará en sus vacaciones estivales.
Zaragoza posee un gran atractivo histórico, aunque su centro padece el mal de muchas otras ciudades. Las calles principales concentran la vida (fundamentalmente gracias al comercio) mientras que otras cercanas (perpendiculares y paralelas a las primeras) perviven sin ningún tipo de aliciente para los ciudadanos. Para mí, un error que raramente se plantea solucionar y que impide articular la vida y crear “ciudad”.
Visitar el Caixaforum de C. Pinós o pasear por la ribera del Ebro son placeres sublimes. El parque del agua es un espacio verde que democratiza el aire, la luz y el sol. No importa si vives en la Almozara, Delicias o en la urbanización Parque Roma. Recorrer el entorno en el que se ubica el pabellón-puente de Zaha Hadid (DEP) es simplemente inigualable. Un edificio que, como sus homólogos, fue concebido con motivo de la Expo 2008 y ahora se encuentra infrautilizado. En este momento se están realizando obras de mantenimiento en su interior, aunque sería increíble que pudiera tener un uso. Obra única en el mundo. Absolutamente recomendable.
Respecto al Caixaforum, a pesar de haber estado al menos seis veces, siempre descubro algún nuevo detalle que me apasiona. De esta obra escribí un post (www.casa33.es) que os recomiendo leer. Seguramente, la mejor obra de C. Pinós en su etapa como arquitecta independiente después de la ruptura del estudio Miralles-Pinós, justo cuando se cumplen 20 años de la muerte de nuestro eterno Enric Miralles (DEP), pareja sentimental y profesional de Carme en sus comienzos.
En definitiva, os animo a viajar mucho y descubrir y redescubrir muchos de los edificios interesantes que hay por nuestro país y por el resto del mundo. Porque la arquitectura es creatividad, inteligencia y sentimiento. Es una expresión artística absolutamente fascinante. ¿A qué estás esperando?
Hadid (DEP) es simplemente inigualable. Un edificio que, como sus homólogos, fue concebido con motivo de la Expo 2008 y ahora se encuentra infrautilizado. En este momento se están realizando obras de mantenimiento en su interior, aunque sería increíble que pudiera tener un uso. Obra única en el mundo. Absolutamente recomendable.
Respecto al Caixaforum, a pesar de haber estado al menos seis veces, siempre descubro algún nuevo detalle que me apasiona. De esta obra escribí un post (www.casa33.es) que os recomiendo leer. Seguramente, la mejor obra de C. Pinós en su etapa como arquitecta independiente después de la ruptura del estudio Miralles-Pinós, justo cuando se cumplen 20 años de la muerte de nuestro eterno Enric Miralles (DEP), pareja sentimental y profesional de Carme en sus comienzos.
En definitiva, os animo a viajar mucho y descubrir y redescubrir muchos de los edificios interesantes que hay por nuestro país y por el resto del mundo. Porque la arquitectura es creatividad, inteligencia y sentimiento. Es una expresión artística absolutamente fascinante. ¿A qué estás esperando?