Los materiales naturales no se estropean: envejecen. El contraste de texturas proporciona un resultado con una fuerza espectacular. Entre todos ellos, mi favorito es el acero. Por su infinita versatilidad, y por su capacidad en mutar la frialdad en calor de hogar con algunas sencillas pautas de diseño. Sin duda, un elemento siempre presente en mi arquitectura.