Un buen diseño se adapta a las condiciones cambiantes que de forma inherente caminan junto a nosotros a lo largo de la vida. Se trata de algo así como mover el espacio para llenar el tiempo. Por ello, mi casa-estudio está llena de lugares que acompañan las diferentes actividades diarias y las enriquecen en cualquier contexto. Estar sin estar. Espacios que inspiran.