El Ensanche de Vitoria-Gasteiz data de principios del siglo XX. Incluye edificios de estética contemporánea y otros inmuebles que, siendo coetáneos a los primeros, representan sin embargo una arquitectura neoclásica que rezuma una evidente nostalgia del pasado costumbrista de la ciudad. Es el caso que nos ocupa, y por ello mi intervención se centra exclusivamente en el interior, manteniendo íntegramente la estética exterior del espacio de trabajo.
El proyecto que planteé para este portal fue sencillo, elegante y atemporal. Cuatro gestos, contados, que confieren a la obra un toque de distinción y personalidad propia. La lámpara de cuelgue “ Ray One” en acero natural protagoniza la zona de acceso al edificio, destacando gracias al fondo neutro que genera el falso techo de placas perforadas fonoabsorbentes Rigitone 8-12/50 de placo Saint-Gobain.
La pletina de acero de sujeción del antepecho de vidrio y el intrépido módulo de buzones de madera lacada en blanco actúan como pinceladas certeras sobre el lienzo cerámico soporte. Pequeños gestos que ayudan a crear un espacio dinámico y diferente.