Una intención. Un gesto. Un millón de perspectivas. El proyecto de reforma del portal ubicado en la céntrica calle Olaguibel 16 ha resultado sin duda un proyecto vivo. Uno de los más vivos de toda mi vida. La idea inicial era buena. Había nacido con una voluntad de singularidad. Pero en la obra el cliente me pidió una mayor exclusividad. Y así, gracias a una ardua labor de depuración, obtuve las claves de la propuesta final.
Una comisión de tres vecinos muy diferentes entre sí, pero con un objetivo claro: obtener un resultado elegante, contemporáneo y único.
Y como siempre, un gran proyecto se caracteriza por hacer del mayor defecto la mayor virtud. Y así, la ineludible chimenea de la caldera ubicada en el sótano es ocultada con brillantez por una delicada curva en planta. Al estilo de un capote torero. Una idea sencilla pero a la vez original. Por saber vislumbrar su oportunidad en este emplazamiento y solventar un problema de una forma elegante.
La piel elegida para este plano vertical, conformado por rastreles de pino de 2 dimensiones diferentes, rellenando los espacios dibujados en dicha pared curva enfatizan su protagonismo. Aunque todavía hay espacio para un gesto creativo más. Una idea que juega con la perspectiva del usuario desde la puerta de acceso al portal, y gracias a la ausencia de una segunda puerta en el interior. Y no es otro que la colocación de un espejo con forma en la pared opuesta al plano curvo. De esta forma, el gesto de 90 º se convierte en 180º, haciendo que los límites del portal se diluyan hasta el infinito.
Una sensación increíble que es acompañada por el característico juego de techo que caracteriza mi obra. En este caso, las formas curvas creadas dialogan con el juego geométrico de las paredes y en definitiva, consiguen enriquecer el espacio y por supuesto, desconcertar a todos los que acceden a este espacio.
La zona posterior del portal, detrás del ascensor, también dispone de su encanto, en concordancia con el espacio principal. Porque todos los detalles cuentan. Incluyendo la iluminación. Esta obra puede considerase “femenina” por la fuerte presencia de las líneas curvas, a diferencia de otros proyectos donde las líneas rectas y ángulos agudos poseen un mayor protagonismo.
Estoy muy contento con esta obra y como siempre, la mayor satisfacción es saber que la calidad del trabajo ha sido posible gracias a la confianza del cliente. Gracias por dejarme trabajar y que disfrutéis mucho de vuestra nueva creación.