“La vivienda” es un recurrente tema que he abordado en numerosas ocasiones. Directamente señala a los todos los arquitectos que ejercen su profesión en el ámbito residencial. Técnicos que en realidad están atados de pies y manos ante la evidente necesidad económica que implica dar solución al problema existente (miles y miles de indefensas personas durmiendo en la calle a nivel mundial). Una vez más, el dinero (público sobre todo) y su gestión son fundamentales para dejar obsoleto el nuevo acuñamiento.

Nuestra constitución en su artículo 47 reconoce el derecho tan básico a disponer de “una vivienda digna y adecuada”. Una obviedad. De sentido común. Pero que resulta difícil de abordar debido a la infinidad de situaciones tan diferentes que se producen a lo largo del mundo. En escenarios muy dispares, y en algunos casos donde reina el odio y la sinrazón.

La organización “HOGAR SÍ” es una entidad española de iniciativa social, no lucrativa, independiente y plural (así se definen en su web) que pretende poner fin al “sinhogarismo”.Un nuevo término que lleva en sí mismo implícito su significado, y desgraciadamente ha surgido para nombrar una realidad que no debería tener cabida en nuestra sociedad. En ningún lugar; pero menos, en el primer mundo. Al menos como una situación sostenida en el tiempo. La organización madrileña trabaja para buscar una mayor implicación de las instituciones públicas y privadas, así como un compromiso de la sociedad hacia los más desfavorecidos.

“HOGAR SÍ” ha creado el programa “ Housing first”. El objetivo de esta iniciativa es permitir que personas en situaciones de extrema necesidad puedan disponer de un espacio habitable compartido donde poder remontar las dificultades. Un espacio lanzadera que permita posteriormente el acceso a otras personas con una problemática similar. Yo lo veo como unas manos que empujan un barco de papel que ha quedado varado en la orilla de un río. Avatares del destino que pueden afectarnos a cualquiera de nosotros. Momentos puntuales en los que sea necesario el “empuje” de las personas que nos rodean. Personas, que en algunos casos no existen. Y de ahí surge este tipo de loables iniciativas.

En 2019 esta asociación (era la más indicada) ha dado un paso más y se ha sumado a la iniciativa solidaria “la noche sin hogar”. Un movimiento que pretende visibilizar la necesidad de tantas y tantas personas en el mundo a disponer de un espacio digno donde vivir.

De esta forma, el próximo 7 de Diciembre se desarrollará un evento a nivel mundial (en más de 50 ciudades) bajo el lema “The World’s Big Sleep Out”. Un día en el que se invita a la participación anónima de los ciudadanos, que podrán mostrar su solidaridad pasando una noche a la intemperie. En nuestro país, Madrid será la encargada de “alojar” por primera vez esta admirable propuesta que ya se había desarrollado fuera de España en otras ediciones. Motivos no faltan. Según los organizadores, en nuestro país se estima que hay 31.000 personas sin hogar, de las cuales, 8.000 viven en la calle cada día .Y lo peor: el 44 % de esas personas que viven en la calle llevan más de 3 años en esa situación. Los albergues están destinados mayoritariamente a estancias temporales, y además existen casos especiales que necesitan de un tratamiento personalizado. No nos podemos permitir esto. Una forma de dar luz a una realidad oscura.

En un lugar emblemático de la capital (Espacio cultural Matadero) Helena Resano conducirá una velada en la que se realizarán diversas actividades y en las que intervendrán personas mediáticas de diversos sectores. Para conseguir un pase, basta con hacer un donativo de 30 Euros. Se espera la participación de varios miles de personas y obtener más de 50 millones de dólares. Con este dinero, se beneficiarán más de un millón de personas sin hogar y se sentarán las bases para hacer desaparecer la fea palabra que da título a este post. Sin duda, una buena causa en la que si tenéis ocasión, os animo a participar. Más información en www.lanochesinhogar.org y www.hogarsi.org