Como todos sabéis, en los últimos años se han extendido en Vitoria las obras de reforma de portal con el fin de suprimir las barreras arquitectónicas. Esta incipiente necesidad ha derivado del progresivo envejecimiento de la población, en una ciudad que tuvo un rápido crecimiento en los años 70 como consecuencia del desarrollo industrial en la provincia. Y a su vez, ha generado un espacio de trabajo en un sector especialmente castigado por la crisis.

Como ya he comentado en anteriores publicaciones, este tipo de obra se ha convertido en los últimos años en uno de los principales pilares de trabajo de mi actividad profesional.

En esta ocasión y para despedir el “curso laboral” 2014-2015 quiero mostraros en un pequeño collage una de mis últimas obras. El diseño de este portal combina estratégicamente las líneas curvas y las líneas rectas, fusionando en un crisol colores fríos y otros tonos más cálidos. De esta forma se consigue dotar a este nuevo espacio de un carácter propio, con un estilo elegante y atemporal.

La línea serpenteante del falso techo quiere ser un reflejo del movimiento del agua en la imagen elegida para dar frescura a la zona de la entrada. Y en definitiva, pretende enfatizar la movilidad del espacio y el carácter de paso, propio de un portal.