Hay proyectos sencillos que simplemente son bellos. Con pequeños detalles. Como la última obra de reforma de portal que he finalizado en mi ciudad: vitoria-gasteiz .
Espacios funcionales que contemplan en silencio el ir y venir de los vecinos. Paramentos atentos. Curiosos. Expectantes. Por ellos, lentos pasos atraviesan la luz con la misma ilusión de siempre: un lugar que los conduce hasta su hogar, donde crecieron como personas y fueron felices. Todavía lo son, porque su vida continúa y su fuerza interior es capaz de superar todas las dificultades del camino. Incluyendo las físicas, tarea de la cual he sido yo el abnegado responsable.
Esta obra se caracteriza por su discreta funcionalidad. Jugando con las líneas que envuelven y se quedan, mientras otras se reflejan y se alejan. Y todo ello para acompañar a los vecinos en su caminar. Donde pasos envejecidos se alejan ensimismados en sus recuerdos.
Piernas cansadas, luchadoras y volcadas con los suyos. Y que hoy agradecen la desaparición de aquellos interminables peldaños.
Pasos que solo se detienen puntualmente frente a unas cajas metálicas frías. Contenedores de alargados sobres blancos, fríos, que con los años perdieron el calor del romanticismo manuscrito. Noticias que poco a poco se fueron independizando del papel, sin que nadie le preguntara su opinión al destinatario.
Otras piernas más jóvenes permanecen inmóviles en el umbral de la puerta antes de entrar a este nuevo espacio; pulsan un botón, esperan y recorren velozmente un suelo cuadriculado colocado con esmero. Mensajeros que traen otro tipo de cajas mucho más alegres, porque su áspera piel marrón siempre envuelve una anhelada compra de la era 2.0.
Me gusta lo que hago. Aunque no siempre el cliente me permite hacer lo que yo quiero. En cuanto a diseño. Otras veces son las circunstancias. Pero siempre hay un hueco para la belleza. Sobre todo en casos como éste, donde mi proyecto cumple claramente con una función. Y si te detienes, y observas con atención el movimiento de las personas, comprendes que los espacios adquieren una increíble vida al ser utilizados, y eso, da sentido a mi trabajo.