2018 se va. Un año que para mí ha sido muy intenso. Cargado de diseño y buenas intenciones. Arquitectura a raudales. Mucho trabajo y casa 33. Todo un reto mantener el rumbo del barco sin perder la dirección. Un periodo de pocos viajes pero muchas ideas. El año de la transformación. La mutación más deseada: mi gran anhelada casa convertida en “vivienda”. Un sueño que por fin se ha convertido en realidad. Estos días de descanso en familia me sirven para hacer un análisis de mis últimos diseños. Todo tipo de elementos para el hogar de cualquier persona que quiera elementos dinámicos y de gran fuerza.
Sobre mi mesa, dos libros regalo del Olentzero. A un lado, “100 Contemporary Houses de Philip Jodidio. Una interesante recopilación de viviendas unifamiliares que ha publicado Taschen y que analiza brevemente esta tipología constructiva. En el extremo opuesto del citado mueble, descansa la traducción al español que Gustavo Gili acaba de editar sobre la “Vida y Obra de Le Corbusier”. Se trata del libro que Jean Louis Cohen publicó en 2015 y que hasta ahora estaba únicamente disponible en francés. Una lengua que conozco y me encanta, pero que al igual que me sucede con el inglés, no puedo obtener ni muchísimo menos el mismo conocimiento. Un libro que sin duda os recomiendo, porque aunque he leído todavía muy poco, me parece que aporta datos muy interesantes del maestro de la arquitectura contemporánea.
Pero esto es solo el comienzo. 2019 viene cargado de mucha arquitectura. Una pasión que cada día crece con más fuerza en mi interior, y me empuja a buscar “algo más” en cada proyecto. Algunos muy interesantes que ya están en marcha y otros muchos que muy pronto verán la luz. Porque hoy más que nunca siento que tengo mucho que decir. Con mi propio estilo. Depurado con el paso del tiempo. Un germen presente desde mi proyecto Fin de carrera y que con el paso del tiempo ha cobrado sentido. Un estilo arquitectónico por desarrollar y muchas obras por descubrir.
Además de todo ello, el gran cambio que acaba de producirse con la casa 33 vendrá sucedido de otro gran acontecimiento: el paulatino proceso de colonización que transformará mi nueva vivienda en un acogedor “hogar”. Un camino tremendamente emocionante y que me permitirá seguir aprendiendo. Y creando nuevos diseños; nexos de unión entre arquitectura e interiorismo. Desde un punto de vista muy personal. Algo que se traduce en la incorporación de infinidad de detalles de auto-creación que complementarán el gran soporte arquitectónico que proyecté hace muchos años, pero que está pensado para perdurar en el tiempo con calidad, elegancia y gran fuerza creativa.
Este punto de inflexión en el que me encuentro es muy importante, evidentemente; pero es a su vez el comienzo de una nueva etapa. Acabo de estrenar página web y no es casualidad. Con años de retraso por fin me he sentido con fuerzas para comenzar a recopilar el trabajo más destacado de mi curriculum y disponer de un soporte en el que ir incorporando mis nuevos trabajos (obra construida y diseños propios). También “algo” de mucho más peso y que espero que sea un éxito.
Bueno. Os dejo con vuestros pequeños momentos de felicidad al lado de las personas importantes en vuestras vidas. Es hora de estrenar un nuevo año. Con mucha fuerza. Donde triunfe el esfuerzo y no las fachadas de cartón piedra que inundan nuestra vida a través de las redes sociales y realities televisivos.
Para mí, un nuevo periodo con grandes dosis de arquitectura. La huella del hombre sobre la tierra. Porque solo con trabajo y perseverancia se abren nuevos caminos hacia el descubrimiento. Sin cambios no hay mariposa.
¡¡¡ Feliz 2019 !!!