No estoy muy de acuerdo en diferenciar la arquitectura por cuestiones de género, puesto que considero que la arquitectura es “asexual”. Sin embargo, sí que puede resultar adecuado la valoración de la mujer en la arquitectura, puesto que su presencia en la escuelas universitarias y en la calle es cada vez mayor, pero sin embargo su alcance sigue siendo aún muy reducido. Algo así como sucede en el mundo de la alta cocina, salvando las distancias.
El hormigón es el principal material de construcción empleado en la mayoría de las estructuras de los edificios que se construyen en nuestro continente, muy por delante de las estructuras metálicas o de madera.
La empresa Italcementi Group (originaria de Italia) es el quinto productor de hormigón a nivel mundial. Engloba una red internacional que abarca desde canteras hasta plantas de producción. La filial española de dicho grupo se llama FYM y dispone de una importante presencia en el exiguo mercado actualmente existente en nuestro continente.
Italcementi Group destaca por una fuerte apuesta en la investigación e innovación de nuevos materiales, por un especial respeto con medio ambiente y por un compromiso social poco habitual en el sector. Desde este grupo existe un especial interés por mantener un estrecho contacto con los profesionales de la arquitectura, y por ello se convocan desde hace años diferentes premios y convocatorias para estudiantes de arquitectura y profesionales en activo.
En Marzo de 2015 se celebró la Tercera convocatoria del premio ArcVision, un concurso internacional para mujeres arquitectas, que pretende poner en valor la trayectoria de profesionales que destaquen por proyectos innovadores, con especial atención en aspectos de sostenibilidad y con un carácter social. Como la propia esencia del grupo cementero.
El jurado está formado exclusivamente por mujeres, aunque el perfil de todas ellas no sea precisamente el más adecuado para estar presente en él.
En esta ocasión resultó ganadora la arquitecta suiza Angela Deuber ( 1975), una profesional a la que para mí es totalmente desconocida. Al revisar su web uno descubre que el hormigón es claramente protagonista de la estructura y de la envolvente de sus obras, si bien desde mi punto de vista distan mucho de ser proyectos innovadores, sostenibles o con una clara vocación social. Pero por supuesto le doy mi más sincera felicitación por el premio.
A lo largo de la historia se han producido múltiples injusticias hacia la mujer. Seguramente, una de las más clamorosas fue la exclusión de Denise Scott Brown del primo Pritzker 1991, cuando era socia y esposa del mediático arquitecto Robert Venturi.
Por eso considero que este premio es un acierto, ya que señala en la dirección adecuada. Supone un avance en el derribo de los muros de hormigón que hoy todavía se erigen en la sociedad, y que se alzan con mayor o menor rotundidad dependiendo de los países. Estos muros deben derribarse para minimizar las importantes desigualdades que siguen existiendo hoy día por cuestión de género.
Aunque sería de agradecer que estas iniciativas apostaran por personas con una trayectoria más dilatada y pertenecientes a países con un entorno mucho más hostil hacia la mujer, tanto por su presencia en la sociedad y como en la arquitectura.