La delegación navarra del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro organiza todos los años un concurso de fotografía que centre su atención en la arquitectura de la Comunidad Foral.
Con esta excusa, me acerqué en Febrero hasta la capital con el fin de visitar algunos de los últimos trabajos que se han construido en la ciudad. Comencé la jornada en el emergente barrio de Lezkairu, bajo una débil niebla que cedía el testigo a un impaciente sol. Caminé por esta isla en construcción situada al Este del centro neurálgico, donde el olor de la madera de encofrado y el sonido del hormigón cayendo por la tolva componen una deliciosa melodía para mis oídos. Bloques de viviendas de diferentes tamaños, colores y texturas salpican un pretérito lienzo verde que a través de múltiples carteles publicitarios garantiza el aire puro y la felicidad de sus moradores.
La preocupación por eficiencia energética se hace más palpable que nunca, algo impensable hace tan solo unos años atrás. Es lógico y evidentemente el futuro pasa por la sostenibilidad y el bajo consumo de los edificios de nueva creación.
En esta zona hice una pausa en un par de obras de vivienda colectiva, una de ellas finalista de los premios COAVN 2016 (74 viviendas VPO de Miguel ángel Alonso del Val y Rufino Hernández).No es que me emocione el estilo, pero reconozco la calidad de un trabajo y por supuesto el cuidado de los detalles (en proyecto y en fase de obra).
Desde allí me tele-transporté hasta el extremo norte de la ciudad, donde a lomos de mi bicicleta disfruté de una magnífico paseo por la ribera del río Arga, cuyas vigorosas aguas cabalgaban rebeldes acariciadas por los ya poderosos rayos de sol. Debo reconocer mi ignorancia y el desconocimiento de esta zona de la capital navarra, que me cautivó por su cuidada belleza natural aun paso del centro de la ciudad. En la zona de la Media Luna descubro el Club de piragüismo (Finalista en Rehabilitación. Premios COAVN 2010), un tanto deteriorado y ubicado junto a un esperpéntico club de natación que muda de piel. El ascensor que proyectaron Maite Mariezcurrena y Oscar Mongay (finalista en Premios COAVN 2013) me eleva hasta el núcleo de la antigua fortaleza. Tras reponer fuerzas opté por adentrarme en el Palacio Condestable (Primer Premio en Rehabilitación. Premios COAVN 2010) obra de Fernando Tabuenca y Jesús Leache. Ubicado en el corazón del Casco antiguo, es un respetuoso ejemplo de restauración de un palacio del S.XVI para dotarle de un uso público con enorme acierto y elegancia.
El día avanza y mi paseo en bici debe concluir. Me espera Gorráiz, una zona residencial de clase media-alta que alberga una miscelánea de viviendas unifamiliares y algunas otras tipologías. Unas calles que ya he visitado en otras ocasiones, y que actualmente acusan el paso del tiempo y los efectos de la crisis. Únicamente dos chalets se encuentran en construcción, aunque tampoco puede tomarse como significativo ya se trata de un área consolidada casi en su totalidad.
Muy cerca de allí se encuentra otra zona muy diferente: Sarriguren. Un barrio dormitorio de bloques de viviendas donde me interesa una obra: el Centro Deportivo/cívico, obra de Carme Pinós concluida en 2006. Este edificio me transporta a los orígenes de Miralles- Pinós: el equipamiento realizado para las Olimpiadas de Barcelona`92: `pabellón de entrenamiento para Tiro con arco en Vall d´Hebron. Exteriormente, unas formas curvas de ladrillo cara vista envuelven unas cubiertas ligeras que parecen flotar sobre un mar de pilares metálicos. Interiormente, los espacios carecen de una correcta conexión entre sí, algo incomprensible en un equipamiento de este tipo donde las circulaciones deben ser el eje conductor del proyecto. Por otro lado, considero que es una obra mal ubicada en relación a la localidad donde se ubica, y que a su vez dispone de un acceso erróneo desde mi punto de vista en relación al recorrido lógico de aproximación. Una obra en definitiva que me decepcionó, y que nada tiene que ver con la Carme Pinós que yo tanto admiro.
En cuanto me sea posible volveré a descubrir otras obras ubicadas en navarra, como por ejemplo la bodega Aroa de Zurukoain-Gorozin.