Comienza un nuevo año. Un libro con las páginas en blanco, tal y como nos recuerda la televisión. Un lugar en el tiempo para llenar con grandes y pequeñas ideas y sobretodo, con interesantes proyectos. La creatividad que todos llevamos dentro debe servir para sacar de nuestro interior los pensamientos e imágenes grabados en nuestra retina, en el ojo del arquitecto, para formar así un gran puzzle tridimensional.
Conjugando nuestros conocimientos teóricos y prácticos podemos jugar a establecer “similitudes dispersas” entre espacios, objetos y materiales. Además, la descontextualización de los diferentes elementos que componen un espacio enriquece la solución final.
Deja el ratón. Olvida por un momento Autocad. Coge el lápiz HB. El pilot negro. El rotu Edding 1200. Relájate. Disfruta. Comienza un increíble viaje hacia el futuro: el diseño de la arquitectura que dejaremos a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.