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el proyecto de toda una vida…

La semana pasada me desplacé a Valencia con motivo de la feria del mueble “ hábitat 2018 ”.Cualquier excusa es siempre buena para planificar un viaje y más si está relacionado con tu pasión. Directa o indirectamente. Porque el mueble es precisamente el elemento que confiere escala humana a los espacios, y cumple en definitiva la función de humanizar la arquitectura.Siempre sucede. Cuando nos encontramos en proceso de construcción, cualquier estancia parece mucho más pequeña de lo que realmente es. Incluso una vez que está finalizada la obra. Sólo cuando los utensilios creados por el hombre comienzan a invadir estos vastos territorios surge la escala.

El resultado de mi visita a la feria de Valencia ha sido decepcionante. En primer lugar por la dimensión de la feria, ya que aunque era la primera vez que la visitaba (siendo la segunda feria de muebles a la que acudo) me ha parecido pequeña en relación con mis expectativas. Bajo el título de “hábitat”, cuatro pabellones con la denominación “Contemporáneo”, “Diseño y “Alta decoración” (aunque entre ellos no hubiera demasiadas diferencias) han albergado la presente edición.

Porque precisamente el principal motivo de la sensación con la que salí de la feria (visitada pausadamente durante una tarde y una mañana) fue el contenido de la misma. Predominancia del estilo clásico y los tonos ocres. Mucho sofá, mucha cama, mucho jarrón y mucho dorado. De espacios creados con diseño y buen gusto… más bien poco. Todo en la misma línea de mueble “convencional” destinado al público en general, salvo muy contadas excepciones, como podría ser el caso de Vondom o el grupo Voolcan. Por ello deduzco que es una feria enfocada principalmente a la venta directa y no a la imagen de marca que cada empresa desea proyectar.

La arquitectura abarca un amplio campo de trabajo, y sin duda el diseño de todos los “objetos” que llenan un hogar son parte inherente de la profesión. A lo largo de la historio grandes arquitectos han participado de su obsesión por definir todos los detalles de un proyecto, incluyendo muchas de la piezas que formarán parte de los espacios una vez se conviertan en realidad. Arquitectura y diseño van por tanto de la mano, y no necesariamente uno va delante del otro, ya que hay ejemplos que contradicen cualquier afirmación (el más conocido, el del carpintero, diseñador y arquitecto holandés Gerrit Rietveld, autor de la joya universal casa Schröder de Utrect).Actualmente hay casos como el de Carme Pinós, que tanto en su web como en una pequeña y coqueta tienda del barrio de Gracia en Barcelona tiene a la venta pequeñas piezas de mobiliario, precisamente bajo el título de “OBJETS”.

Debo reconocer que desde el proyecto fin de carrera (que ya incluía diversas piezas diseñadas por mí, desde a bancos hasta luminarias) muchas son las creaciones que he esbozado en mis cuadernos de viaje. Y la mayoría son todavía papel, aunque no descarto la posibilidad de convertirme en un “maker” (como ya existen muchos ejemplos) y producir en pequeñas cantidades todos mis diseños de sillas, mesas, luminarias, etc.

Pronto podré habitar mi sueño y en mi casa cada elemento será elegido a conciencia. Estoy seguro de que gran parte de la decoración será diseñada por mí, incluyendo algunos de los cuadros con los que se vestirán las infinitas y blancas paredes.