El pasado mes de Julio tuve la suerte de pasar una semana en Holanda y disfrutar de la apasionante arquitectura que se proyecta y construye en este país. Ha pasado mucho tiempo desde mi última visita, siendo aún estudiante de arquitectura.
Por ello he paseado por las principales ciudades del país con el fin de conocer las últimas obras realizadas y también algunas otras que se hallan en plena construcción. A lo largo de las próximas semanas os iré descubriendo las obras más significativas que he visitado.
Muchas de las imágenes que he contemplado han impactado con fuerza en mi interior. Las obras de este país son innovadoras, atrevidas y en muchos casos transgresoras. Algo directamente impensable en nuestro país. En España serían directamente rechazadas en muchos casos por la sociedad, por los técnicos municipales que conceden las licencias y sin duda, por el cliente o promotor que es el que paga. Nuestro país sigue siendo muy conservador en esta materia y hará falta mucho tiempo (si llega) para poder contemplar aquí un escenario similar. Cuestión de culturas.
En Holanda las ciudades se encuentran en plena ebullición. Se derriban y construyen edificios de ingentes dimensiones en cualquier lugar. Pueblo o ciudad. Centro o periferia. Y sin que en ningún caso el presupuesto parezca un problema. Pero no es sólo eso. Otro factor a tener en cuenta es la libertad con la que “se proyecta” en este país. Y se proyecta porque “se permite proyectar”. La arquitectura de calidad necesita técnicos con capacidades dispuestos a demostrar las cosas que son capaces de hacer. Pero en unas condiciones que se lo permita hacer. En España estas posibilidades se ven muchas veces limitadas por la normativa municipal, que impone unos rígidos corsés formales que ahogan las formas antes de su creación. Es evidente que en Holanda estas ordenanzas son mucho menos restrictivas y permiten la construcción de originales edificios, que poseen calidad y son aceptados por la sociedad con toda naturalidad.
Y tras esta breve introducción, comenzaré mi recorrido por la capital del país. En Amsterdam se encuentra el Instituto de arquitectura de Amsterdam (ARCAM), que contribuye al fomento de todas las actividades relacionadas con la arquitectura holandesa contemporánea. Este edificio de pequeñas dimensiones fue construido en 2003 por el arquitecto holandés René van Zuuk. Hasta ese momento era un desconocido para mí, pero que con esta obra ha mostrado tener mucho talento para resolver constructivamente un gran proyecto. Al buscar información sobre él en internet he descubierto que tiene una extensa trayectoria repleta de proyectos muy interesantes, en muchos de los cuales la fachada del edificio juega un papel protagonista al plegarse y enriquecer los espacios interiores. En el edificio ARCAM los detalles de cada elemento demuestran una gran calidad técnica, y sobretodo, que no es preciso realizar obras de grandes dimensiones para conseguir un gran proyecto.
Se encuentra situado frente a uno de los principales canales de Amsterdam, muy cerca del museo NEMO de Renzo Piano. Abierto hacia el canal, el edificio se distribuye en tres niveles que absorben el desnivel entre la calle principal y la zona de los canales. Destaca su piel exterior a base de chapas de acero nervadas, que se adaptan perfectamente a la superficie alabeada de la envolvente. La puerta de acceso se sitúa orientada hacia el norte, hacia la calle principal que discurre paralela al canal. El acceso se sitúa en el nivel intermedio, donde se encuentra la zona de recepción, venta de libros y planos de arquitectura, así como una zona de exposición. El acceso a la planta superior (donde se ubican los despachos) se produce a través de una escalera semi-oculta, pero a la vez muy próxima a la zona de entrada. Desde dicha planta superior se contempla interiormente la envolvente del edificio, que queda completamente vista. Desde este nivel podemos ver perfectamente que los límites entre fachada y cubierta se diluyen con gran maestría y el giro de los elementos (antepecho, peldaños, paredes, etc) contribuye a enriquecer el espacio interior.
En la planta inferior (a nivel de los canales) encontramos una zona polivalente que puede utilizarse como sala de conferencias o espacio expositivo, además de algunas zonas de servicios. El acceso a este nivel se realiza mediante una escalera metálica ubicada en el extremo opuesto a la zona de acceso, donde converge la fachada principal (ciega) y la fachada acristalada abierta hacia el canal.
Sin duda una gran obra que no podéis perderos cuando visitéis Amsterdam.