En el país europeo de la ingobernabilidad crónica, late al norte una ciudad elitista y engreída de grandes contrastes: pobreza-riqueza, clásico-moderno, minimalista-abigarrado. No precisamente famosa por su belleza, Milán toma consciencia de su estado y comienza una carrera a contrarreloj hacia su modernización. En las postrimerías de un ciclo económico negativo, decide apostar por un cambio de imagen en consonancia a su estatus, ajeno al de otras ciudades de este singular país.
La ciudad hierve en diversos puntos y se vislumbra por fin una nueva arquitectura que comienza a convivir con los largos trajes grises del pasado.
Junto a la renovada estación ferroviaria Garibaldi se ha creado la Piazza Gae Aulenti (uno de los más importantes arquitectos italianos de la arquitectura contemporánea). Este espacio es el centro del proyecto de renovación urbana denominado “Porta nuova”. Un edificio curvo de uso terciario (obra de los arquitectos Piuarch) funciona como zócalo de unión entre la zona nueva y la zona preexistente. Otros edificios de gran altura ya concluidos se alternan con bloques de viviendas de menos altura aún en construcción.
En la creación de este área comercial-residencial se han tenido en cuenta diferentes criterios de sostenibilidad y se ha creado la “Porta nuova Smart Community”,con web propia y presencia en las redes sociales. Algo poco habitual pero que seguro irá en aumento, ya que fusiona la era digital de la sociedad en la que vivimos con el sentimiento humano de pertenencia a un grupo social.
En esta zona se erige el “bosque vertical”, obra del estudio milanés de Stefano Boeri. Se trata de una promoción de 2 edificios de viviendas de alto standing (con 18 y 26 plantas respectivamente) diseñada con criterios de sostenibilidad, mediante la creación de un filtro vegetal natural que rodea toda la envolvente de los dos volúmenes. Me ha parecido muy interesante el planteamiento, pero además me ha gustado mucho estéticamente. Sin embargo, me surge de nuevo el conflicto entre la eficiencia energética y la calidad del aire en el interior de las viviendas, aparte del problema que supone el mantenimiento de las diferentes especies vegetales que se han incorporado.
Alrededor de esta zona hay otras actuaciones (sobretodo edificios de gran altura) cuyo germen surgió a mediados del s.XX con la construcción de varios rascacielos. En esta carrera por tocar el cielo milanés en el pasado siglo cabe destacar la cercana Torre Pirelli. En el otro extremo de la ciudad nos encontramos con otro ejemplo: la torre Velasca, que actualmente tiene problemas estructurales y se encuentra reforzada en su parte inferior con perfiles metálicos.
La modernización de Milán también se concentra en otro punto: CITYLIFE. En 2004 los estudios de Libeskind, Zaha Hadid y Arata Isozaki ganaron un concurso para desarrollar el Master Plan de una importante área abandonada en una zona estratégica (un claro ejemplo de gentrificación).
La actuación plantea un gran parque público, en el que destacan tres grandes torres comerciales (a desarrollar individualmente por cada uno de los tres estudios ganadores). La correspondiente a Isozaki ya está prácticamente terminada, y el esqueleto de la torre de Z.Hadid comienza a retorcerse en el cielo (alcanzando ya la planta 14). Para ver la figura creada por Libeskind tendremos que esperar un poco más.
El resto de actuaciones contempla lujosas zonas residenciales se combinan con elegantes espacios abiertos. Zaha Hadid está aquí especialmente presente con un conjunto de 7 edificios residenciales de diferentes dimensiones y formas sinuosas, tan característicos de su autora. Es evidente que los italianos han empatizado con la arquitecta anglo-iraquí, tras el polémico y exitoso museo de arte contemporáneo de Roma (MAXXI).
En la ciudad existen otras zonas de revitalización como la nueva feria de Milán (Fuksas), la Porta Volta (Herzog & de Meuron) o la vía Tortona (en la zona sur del centro milanés). En esta última se ubican diferentes edificios administrativos y residenciales de reciente construcción o modernización de los ya existentes. El mejor ejemplo que podemos hallar en este nuevo eje de modernidad (denominado “Distrito del Diseño Tortona & Navigli”) es el hotel nhow: un auténtico lujo de espacio perteneciente a NH Hotel Group. Este tipo de hoteles se caracteriza por ser equipamientos en constante cambio, un crisol donde se mezclan las últimas tendencias artísticas, tecnológicas y decorativas. El esfuerzo se traduce en el original resultado, especialmente visible en las zonas de recepción, lobby y salas de planta baja, lugares que dialogan constantemente con el arte y la moda, en un diálogo con la arquitectura interior. Me encantó el oscuro “túnel” de acceso” con sus pantallas tridimensionales, que susurran al visitante que se está adentrando en otro mundo. Absolutamente recomendable.
El proceso iniciado por Milán no tiene vuelta atrás. La millonaria inversión seguro que servirá para acompasar el sonido de las excavadoras con el pitido de sus datáfonos, y todos los ciudadanos, turistas foráneos y especialmente los amantes de la arquitectura podremos disfrutar del gran trabajo que se está realizando.