Disfruté de los Países Bajos siendo estudiante de arquitectura en un viaje organizado por la Escuela de Donosti, visité los edificios más significativos de aquel momento, elegidos previamente por los profesores organizadores. Por cierto, que fue la única vez que pude fotografiar el Teatro de la Haya (Rem Koolhaas), demolido en 2015 como consecuencia de esa macro-intervención que antes os mencionaba. Un edificio donde el gran protagonista del foyer era una elipsoide idéntica a la que todavía perdura en lo alto de uno de los auditorios del Educatorium de Utrecht. También tuve la suerte la recién inaugurada Biblioteca de Delft (Mecanoo, 1998). Volver 25 años después y descubrir que sigue siendo un edificio que perdura con mucha dignidad es algo que me encanta, y que por cierto no sucede en todas las obras de grandes arquitectos. Con los años el criterio de selección de obras a visitar lo fija uno mismo, que todavía se deja influenciar por la difusión de determinados autores en las revistas especializadas. Solo en una etapa de madurez, como consecuencia de la falta de tiempo y sobre todo del gusto personal que se encuentra totalmente definido, las visitas se tornan certeras.
No voy a diseccionar todos los edificios que he visitado, porque entonces podría escribir casi un libro. Simplemente voy a exponer las principales sensaciones que he tenido en mi recorrido estival de casi tres semanas por los Países Bajos; un país que siempre ha sido referencia por su gran calidad arquitectónica. Las casas cúbicas (1984) se han convertido en un icono super-turístico de Róterdam. Su autor (Piet Blom) no alcanzó nunca un gran reconocimiento, pero debe valorarse la arriesgada y estudiada propuesta que hizo en este emplazamiento. Sus fachadas inclinadas han supuesto sin duda un referente para multitud de arquitectos contemporáneos, tanto dentro como fuera del país. No es el único arquitecto holandés visionario.
De hecho, en los Países Bajos se produce una acertada utilización de los planos inclinados: tanto en las fachadas como en los forjados horizontales. Una herencia de las rampas que introdujo Le Corbusier en los años 20 del siglo pasado, y que ahora se generalizan como espacios para auditorios, aulas, zonas de juego al aire libre, cubiertas ajardinadas, rampas escalonadas, etc. Un ejemplo magistral son el Educatorium de Utrecht y el Kunsthal de Rótterdam (Rem Koolhaas).Las primeras obras de MVRDV como fue VPRO en Hilversum (sede de una cadena de televisión) es otro claro ejemplo de esta práctica.
Los austríacos Delugan-Meissl no se quedan atrás, y los planos inclinados en voladizo -herencia de Coop Himme(l)blau- se han convertido en el leitmotiv del estudio. El EYE-film Museum de Amsterdam continúa dominando la bahía de Amsterdam desde la orilla norte. Un icono de la ciudad que en este caso, es arquitectura de importación.A pesar de su carácter horizontal, su fuerte personalidad basada en espectaculares voladizos sigue eclipsando a las grandes torres construidas o en construcción que la rodean. El gran atrio central abierto hacia el exterior donde se ubica el bar-restaurante es simplemente uno de los mejores espacios de la arquitectura contemporánea a nivel internacional. Es simplemente espectacular.
Por su parte, la casa Schöeder de Utrecht supuso para su creador, el diseñador de muebles G. Rietveld un salto cuantitativo en su vida burguesa. Toda la historia de vidas entrelazadas que rodea esta casa es fascinante. Actualmente el sistema de visitas es muchísimo más libre que hace cinco años, cuando un guía te guiaba durante 20 minutos escasos para conocer el interior de esta joya de la historia de la arquitectura. Permanecer sin prisas durante más de hora y media en una soleada mañana de agosto ha sido una experiencia inolvidable. Descubrir pequeños detalles, juegos de luces, perspectivas y secretos ocultos han reforzado el gran valor del legado que Rietveld y su amada Truus Schräder nos dejaron. Una mujer que sin formación académica demostró disponer de una envidiable visión arquitectónica, y cuya pasión por esta maravillosa disciplina contribuyó de forma determinante a la creación de esta joya del Patrimonio Universal.
Una obra que supuso una evidente influencia en las primeras obras de Rem Koolhaas: la gama de grises que conforman la base de la escenografía, los perfiles metálicos vistos enfatizados cromáticamente y su ubicación sobresaliente en los planos de fachada y/o cubierta. Su estudio de arquitectura proyecta grandes edificios por todo el mundo. El edificio residencial y terciario “De Rotterdam” (2013) posee una indudable belleza por su rotundidad y la espectacularidad de su emplazamiento. El atardecer desde la terraza de la cafetería que existe en la 7º planta del hotel es simplemente uno de los mejores momentos que he vivido en los últimos años. Un lugar de esos en los que puede suceder cualquier cosa, como un trapecista comience a caminar sobre nuestras cabezas dispuesto a alcanzar la azotea de la torre residencial Hoge Erasmus, de Klunder Architecten (ubicado a más de 300 metros de distancia) a través de un delgadísismo hilo de acero a más de 100 metros de altitud sobre el nivel del suelo. Una auténtica locura.
Sin embargo, el homólogo de esta obra en Amsterdam (hotel Nhow) es una muestra de esa arquitectura que os mencionaba antes: diferente no equivale a “bueno”. Teniendo en cuenta que se trata de uno de los mejores arquitectos a nivel internacional, las cajas giradas que diseñó (visibles desde el cinturón que rodea la capital) producen una sensación de desasosiego de difícil comprensión.
Igualmente, destaca la utilización de las cubiertas planas y/o ajardinadas. Un recurso muy habitual en un país en el que paradójicamente llueve mucho más que en España. Y a nadie le choca que se utilicen; la técnica lo permite, y un correcto mantenimiento garantiza su durabilidad. La forma más sensata de devolver a las personas el espacio ocupado a nivel de suelo, y que es una idea que yo siempre he defendido y defenderé. Es el caso del museo NEMO de Ámsterdam (Renzo Piano), cuya cubierta es el mejor parque de la ciudad y un éxito total y absoluto de público infantil. La biblioteca de Delft (Mecanoo) es una alfombra verde infinita que se eleva al cielo, quedando punzonada a la tierra gracias a una gran estructura metálica cónica que actúa “como” lucernario. Un paraíso para el descanso de los estudiantes. En un campo más formal, la cubierta ajardinada que MVRDV construyó como ampliación del Museo Boijmans Van Beuningen (DEPOT) es sin duda enigmática.
En Ámsterdam, una de las últimas obras construidas que hemos podido visitar ha sido el edificio de viviendas “Sluis Huis” del mega estudio danés BIG. Una propuesta que plantea como novedad crear un marco artificial abierto hacia el agua infinita. Con la exquisitez constructiva que caracteriza las obras de Bjarke Ingels Group, nos encontramos fundamentalmente dos tipologías de viviendas: los pisos tradicionales con amplios balcones abiertos en voladizo y por otro lado, la superposición de viviendas con terraza abierta ajardinada (ya empleada en “The mountain” y “8 tallet” de Copenhague). Al tratarse de una obra recién terminada, muchas viviendas se encontraban deshabitadas y tuvimos la gran suerte de poder acceder a alguna de ellas. Nos encantó poder hacerlo, pero desde mi punto de vista el proyecto residencial estrella de BIG es “8 tallet”, Orestad (Copenhague).
Otra obra imprescindible es el polémico “Monumento Nacional del Holocausto” creado por Daniel Libeskind como homenaje a las víctimas judías del holocausto nazi. Una obra de escala muy diferente a las que estamos acostumbrados, y que inicialmente resulta un tanto anodina. Sin embargo, una vez te introduces en su laberíntico interior te atrapa y envuelve. Digamos que se trata de una escultura arquitectónica que posee dos niveles: el superior, donde desafiantes y etéreos volúmenes de carácter especular conectan visualmente el entorno desde el nivel de la calle. Formas puntiagudas que protegen la memoria de aquellos que cayeron injustamente, protegiendo su dignidad como si fueran afiladas espadas alzadas hacia el cielo. Por su parte, el nivel inferior es el que se encuentra al nivel de las personas que acceden al interior del recinto. De carácter tectónico, sus paredes de gruesos ladrillos gravitan con fuerza sobre la tierra, recordando por orden alfabético los nombres y fechas de aquellos que sufrieron la ignonimia del fascismo extremo tras la segunda guerra mundial. Un lugar en el que perderse y que no vuelva a suceder jamás en un futuro. Como siempre, genial, Daniel. Enhorabuena.
En nuestra visita a la capital de los Páises Bajos también hemos tenido tiempo para pedalear en las “propuestas residenciales vanguardistas” que un día supusieron Java –eiland, KSMN-eiland y Borneo-Sporenburg. O propuestas como Silodam de MVRDV. Con el paso del tiempo la madurez te permite hacer una lectura mucho más objetiva de los planteamientos realizados, y descubres que la calidad de esos experimentos vitales no resultó tan alta como prometían. Una vez más, el tiempo es el impertérrito juez que dictamina el inapelable veredicto de la buena arquitectura.
La última propuesta residencial / oficinas de MVRDV es “Valley“. Un edificio seccionado y dividido en 3 torres desordenadas que albergan una ininteligible colmena de caóticos volúmenes. La presencia de la misma piedra en todos los suelo y paramentos pretende conferir un carácter de unidad, pero que desde mi punto de vista empobrece la lectura del conjunto. Sin duda, una obra plagada de intenciones y medios económicos, pero que resulta desde mi punto de vista, de muy bajo interés arquitectónico.
Al igual que me ha sucedido con la propuesta “Grotius Towers” que MVRDV ha concluido este mismo año en La Haya. Una ciudad es la que me encantó descubrir el desafiante edificio de viviendas y oficinas municipales proyectado por Rudy Uytenhaak (2011).
Por su parte, en Róterdam este año se procedió a la instalación de dos propuestas de arquitectura efímera. MVRDV planteó la colocación de un andamiaje inundado de color en dos lugares estratégicos para permitir a los ciudadanos un recorrido peatonal singular. Sin duda, se trata de un proyecto de un éxito rotundo que precisamente motivó la prolongación en el tiempo de una de esas dos instalaciones: Het Podium (“el escenario”), ubicado justo enfrente de su DEPOT. En este caso concreto, esta instalación puede considerarse una prolongación de la exposición contenida en el interior del Instituto de arquitectura. Un edificio que tiene su homólogo en Amsterdam (edificio Arcam, de René van Zuuk, 2003), una creación singular y muy interesante. Instituciones específicas que fomentan la divulgación de la arquitectura (como también sucede en Dinamarca, por ejemplo) y que en España no existe equivalente.
Bajo reserva previa on line, cualquier persona ha podido disfrutar de un paseo por las nubes en el cielo de Róterdam. En este caso, se trata de una espiral que envuelve como un lazo decorativo el mencionado “Instituto de arquitectura” de la ciudad (NAI, obra del holandés Jo Coenen,1993). En su colorista nueva cubierta se han organizado todo tipo de actividades culturales, conciertos, conferencias, etc. Las vistas a 360 º sobre la ciudad son simplemente espectaculares.
Roterdam posee una importante cantidad de obras “diferentes” que merece la pena conocer. Algunas poco conocidas. Otras, almacenadas en el olvido. Perderse por las calles de la ciudad y alejarse hasta zonas residenciales periféricas (como la zona en la que se encuentra las dos casas patio de Koolhaas) permite tener una visión más global de la arquitectura contemporánea holandesa.
Este viaje ha servido también para descubrir y redescubrir pequeñas localidades diseminadas por los países Bajos, y mirar con nuevos ojos obras emblemáticas o desconocidos edificios repartidos por las principales ciudades del país. Sin duda, un lugar al que regresar en un futuro próximo, por todo lo que ya posee y por todo lo que surgirá en ese espacio llamado tiempo.