Quiero acercaros una vez más hasta mi mundo interior a través de una de mis últimas obras.
Se trata de una nueva obra de reforma de portal, finalizada recientemente. En general, he quedado contento con el resultado, a pesar de algunos cambios que ha sufrido el diseño previsto y a pesar también (sobre todo) de los múltiples avatares sufridos a lo largo de toda la obra, imputables única y exclusivamente a la empresa contratista designada.
Como ya os adelanté anteriormente, en el interior de este nuevo espacio destaca el módulo de buzones exento y en voladizo (DM lacado en blanco) que se mantiene en duelo con el módulo que nace desde la pared izquierda y asciende hasta el techo en un gesto desafiante. Un gesto de movimiento detenido que hace vibrar al espacio y genera una tensión espacial increíble.
El blanco, el negro, un toque de madera y unas pinceladas de vegetación vuelven a funcionar en equipo y sirven de base para vestir los volúmenes geométricos que he decidido incorporar en esta obra.
Espero que os guste!