El campus universitario Wu es una actuación de carácter privado que incluye la urbanización de un espacio en expansión al Este de la ciudad, al otro lado de la zona verde y esparcimiento llamada “Prater”. Engloba varios edificios dispuestos a lo largo de una calle peatonal principal, donde ni siquiera las bicicletas están permitidas. Una avenida pensada como lugar de encuentro, abrigada por arquitectura vanguardista, y protegida por el gran voladizo de la sala de lectura de la biblioteca. Los edificios construidos son los siguientes:
-Biblioteca central (Zaha Hadid, DEP)
-Edificio departamental D1 (BUSarchitektur ZT Gmbh de Viena)
-Edificio departamental D2 ( estudio Hitoshi Abe de Sendai, Japón)
-Edificio departamental D3 (CRABstudio de Londres)
-Edificio departamental D4 (Carme Pinós, de BCN)
“Executive Academy” (de NO.MAD arquitectos, Madrid)
La obra de Carme Pinós es la obra que visito en primer lugar, quizás por mi inevitable admiración. Un edificio integrado en el paseo principal gracias a una gran terraza al aire libre con un estanque, pero que inexplicablemente se cierra por completo (testeros ciegos) hacia la zona de entrada principal al campus. Se trata de un edificio que alberga despachos de profesores, aunque también dispone de algunas zonas comunes, salas de estudio y una pequeña biblioteca. En planta podemos diferenciar tres núcleos edificados claramente identificados, situándose la zona de acceso en el punto de contacto de todos ellos. A su vez, cada uno de esos tres volúmenes está compuesto de dos piezas (los despachos) y de un espacio intersticial irregular que contiene las zonas de distribución y pequeñas “cajas” de diferentes usos (aseos, office, fotocopiadora, etc). Estos espacios de distribución se expanden en las plantas superiores y permiten conectar los tres edificios.
Antes de sumergirme en su interior, doy un paseo alrededor del conjunto edificado donde un intrépido sol atraviesa las gruesas nubes y delata las imperfecciones del revestimiento continuo blanco que parcialmente revista algunas de las fachadas del edificio, intercalada por un “tetris” de ventanas negras alargadas que se superponen aleatoriamente y que disponen de un protagonismo en el interior.
Las zonas de despacho me resultan cálidas, pero las zonas de paso no reflejan el estilo que Carme Pinós ofrece en el Caixaforum de Zaragoza, por ejemplo. La influencia de la cultura del lugar puede que haya sido determinante, donde los acabados con moqueta, los colores neutros y los enormes plafones circulares de techo dan un toque nórdico al conjunto.
Mi segunda parada fue la biblioteca de Zaha Hadid (DEP). Antes de adentrarme en su interior quise descubrir el entorno que rodea el edificio y disfrutar con las pequeñas construcciones y mobiliario urbano que este grandioso estudio de arquitectura ha proyectado como complemento del edificio principal y que verdaderamente son una maravilla. Desde una papelera hasta el edificio para guardar bicicletas, pasando por un banco, una rampa o un cuarto de contadores. Me llama la atención la altísima calidad constructiva de la obra, ya que observo con sorpresa el encuentro perfecto de los diferentes pavimentos, muretes, etc. Impresionante.
El gran voladizo que marca la zona de acceso está formado por un volumen de color oscuro y aristas vivas con el objetivo de transmitir “pesadez” en contraposición con la fachada blanca y acristalada de la parte inferior.
Tras paladear suavemente mi recorrido alrededor de la biblioteca, me dirijo a la puerta principal para continuar mi visita. Me reciben dos conjuntos de columnas inclinadas perfectamente agrupadas, que me recuerdan al voladizo exterior. Avanzo unos pasos, guiado por la luz cenital de un lucernario longitudinal que huye velozmente hacia el infinito. Vuelvo de nuevo los ojos al frente y sin querer, este espacio me recuerda al atrio central del pabellón de Italia en la Expo de Milán de 2015,obra de Nemesi&Parnerts. Espacios sin duda absolutamente futuristas, aunque si debiera sacar algún defecto diría que resultan excesivamente fríos para la mayoría de usos. En este caso, las formas sinuosas tan características de esta genio de la arquitectura recorren todos los paramentos del gran foyer en un baile sin fin, con un acabado excepcional en pintura lisa de color blanco. Unas curvas que también se incorporan en planta, donde los tabiques curvos juegan con las líneas curvas que compone la moqueta de diferentes colores. Además, los paramentos verticales se inclinan tanto interior como exteriormente en ese deconstructivismo tan característico de su creadora. Unas paredes que no se entregan directamente al techo, sino que siempre un foseado retroiluminado aumenta la sensación de espectacularidad del conjunto.
Una rampa invita a ascender hasta la zona donde se ubican las taquillas y el acceso a la biblioteca, un espacio de varias plantas que visualmente conecta con “el exterior”, pero que mediante vidrios queda independizado del resto del edificio para garantizar, lógicamente, la concentración necesaria para el estudio. Los espacios en doble altura son también protagonistas, junto a una gran rampa-escalera que conecta la zona de entrada a la sala de estudio con un nivel principal.
Desde este punto una original escalera nos conecta con varias plantas donde se ubican diferentes despachos y salas. Cabe destacar el juego de texturas utilizado en el hormigón visto que conforma los muros de cierre de los ascensores, todo un detalle en la ardua tarea de encofrado.
En definitiva, este edificio es una joya de gran complejidad que debe ser valorada en su justa medida. El estudio Zaha Hadid sin duda continuará deleitándonos con muchos proyectos siguiendo su estela, algo que pasa con los grandes estudios antes de que su aura se desvanezca definitivamente. Sin duda, tener la suerte de visitar este edificio situado junto a otra obra de otra gran arquitecta (Carme Pinós) es todo un lujo. No sé si alguna vez se conocieron, podría preguntárselo a Carme, pero desde luego es evidente las confluencias de estilo.
Después de visitar estas dos magníficas obras hice un intento de ver el resto de edificios del Campus WU, pero los proyectos me resultaron tremendamente decepcionantes (sobre todo la Executive Academy de NO.MAD, un edificio de extrañas proporciones, problemas con la fachada, unas moquetas moradas y unos incomprensibles espejos de suelo a techo).Tal vez fue por la gran calidad de las obras de Carme Pinós y Zaha Hadid (DEP). Gracias.