casa 33

el proyecto de toda una vida…

El paso fin de semana se celebró en Logroño la sexta edición de “Concéntrico”, el Festival Internacional de Arquitectura y Diseño de Logroño. Una cita que permanece fiel a su espíritu: reflexionar sobre los usos del espacio urbano, contribuyendo a aportar nuevas ideas que enriquezcan las relaciones entre sus ciudadanos. Un objetivo que sus organizadores consiguen a través de diferentes actividades, exposiciones, charlas, etc, pero donde destacan las instalaciones construidas con paneles de madera que invaden la ciudad durante estos días. Creaciones conceptuales que indagan en las posibilidades que ofrece la materia prima con la que deben ser construidas para ponerlas al servicio de las personas.

Javier Peña  Ibánez (arquitecto) es el comisario de este extraordinario festival, que año a año consigue nuevos patrocinadores y sobre todo una mayor difusión en los medios. Sin duda fruto de su constancia en el trabajo, y que permite aumentar la participación de personas de diversas zonas geográficas (nacionales y del extranjero). Un importante cambio que he notado especialmente respecto a la edición del año pasado (concéntrico 05). Os dejo el enlace  (www.casa33.es) para que podáis leer también el post que escribí sobre dicha edición.

La pandemia ha trastocado este año la agenda de este súper- recomendable evento, ya que en anteriores ediciones siempre se ha celebrado a finales de Abril. En esta ocasión, pudimos disfrutar de todos los actos organizados y de las creaciones urbanas seleccionadas del 3 al 6 de Septiembre.

Como sucede en este tipo de certámenes de arquitectura, existe un ingente trabajo previo desarrollado por los organizadores que personalmente valoro muchísimo. En esta ocasión y fiel a sus principios, los diferentes equipos creativos parten de una misma premisa: repensar el espacio público utilizando unos simples tableros de madera. Algunos trabajos son asignados directamente, aunque siempre existen 3 emplazamientos que salen a concurso (dos para el público en general y uno para arquitectos españoles colegiados).Una vez más desearía presentarme a la próxima edición, aunque la falta de tiempo es mi principal obstáculo (como le sucede a muchos otros compañeros).

Cada año resulta sorprendente la diversidad de propuestas que se plantean desde Polonia a México por parte de todo tipo de mentes creativas. En el Colegio de arquitectos se exponen los paneles de las ideas más destacadas presentadas a concurso.

Las visitas guiadas que facilita la organización permiten conocer más de cerca algunos detalles de la mayor parte de las obras que salpican la ciudad. En mi caso, el recorrido comenzó en la obra “Banquín” del estudio Mecanismo. Una obra adjudicada directamente, ya que en la última edición este estudio quedó segundo en el concurso convocado para el espacio de la “Plaza Escuelas Trevijano” (emplazamiento reservado a arquitectos).

En una de las aceras de la Gran Vía logroñesa, un elemento urbano existente (el banco) sacado fuera de escala y convertido en balancín permite al ciudadano (de cualquier edad) interactuar con la creación de forma sencilla, variada y divertida. Por todo ello, creo que la sencillez de esta idea se ajusta perfectamente al objetivo del certamen.

El trayecto continuó hacia la instalación “Prismarium”, la obra ganadora de este año para la Plaza Escuelas Trevijano. Una obra escultórica formada por la intersección de varios prismas con una terminación en pintura negra, y que permite la exploración de la realidad desde diferentes puntos de vista a través de un juego interior de espejos. Muy arquitectónica, con referencias implícitas a René Magritte o Le Corbusier entre otros. Interesante, sin duda.

El itinerario prosiguió por la Plaza de la muralla del Revellín, origen de la ciudad. Allí encontramos un gran tapiz multicolor obra de dos arquitectos rumanos, donde un mesa central sobre elevada preside  el conjunto e invita a la integración. Un guiño a las diferentes nacionalidades que residen en Logroño, donde sus banderas se descomponen y mezclan para acercar a todos los migrantes.

En el patio del Colegio de Arquitectos (normalmente cerrado al público y sin apenas uso) pudimos disfrutar de la obra “A través de los límites”. Una estructura ligera formada por perfiles tubulares de madera maciza unidos entre sí con abrazaderas (como si fueran andamios), y que en su parte superior disponían de lamas de madera a modo de pequeñas pérgolas curvas. En su parte baja, un sistema similar de cuerdas y lamas de madera permitía la formación de bancos. La estructura atravesaba el muro del patio y avanzaba por la vía pública como una enredadera que no encuentra fin. Una obra que crea un nuevo espacio para el descanso o la lectura con un coste muy bajo. Muy recomendable.

“Circo aéreo” desaloja por unos días un parking en superficie existente en el centro histórico de la ciudad, para disfrutar de un original espacio de encuentro. La obra está formada por una estructura de pórticos de madera dispuestos en círculo, sobre los que se coloca una enorme estructura hinchable de color blanco. Este enorme donut (14 metros de diámetro y 6 metros de altura) contribuye a delimitar el espacio a modo de anfiteatro y funciona como pantalla de proyección y gran luminaria por la  noche (gracias a una serie de focos colocados en su parte inferior).La instalación sorprende por su dimensión y el factor sorpresa que supone el volumen hinchable superior.

“Arcos” es una instalación poética de gran longitud (40 metros) que reproduce dos arcos en el aire gracias a una sucesión de paneles verticales que parecen flotar en el cielo. En realidad, un complejo sistema de cables de acero que tensan las piezas de madera (como un castillo de naipes) y que transmiten sus cargas a una serie de bloques de hormigón distribuidos por el suelo de la plaza. Una obra poco participativa y personalmente, de las que menos me ha gustado.

El recorrido vespertino continuó por “Stick&Stones”, una obra de Anna &Eugeni Bach ubicada en el difícil emplazamiento de “El calado de San Gregorio”. Una instalación que vuelve a apostar por el factor sorpresa, aunque con un juego demasiado visto. En esta ocasión, una empalizada de madera adaptada a la forma de la bóveda de cañón existente permite el acceso a un pequeño espacio cuyas paredes (ambos lados) están revestidas de espejo. De esta forma, se produce un reflejo de nuestra figura hasta el infinito.

“Patio de Reflexiones” es obra de un importante escaparatista inglés que nace con la voluntad de generar un recorrido sensorial. En una plaza con escaso uso se plantea una construcción de planta cuadrada y girada 45 º, que además posee una doble piel: la exterior de tipo vegetal y la interior (que delimita el espacio a recorrer), a la vez que nos separa del jardín interior de plantas aromáticas.

En la Plaza del Mercado (centro absoluto de Logroño) se erigió la estructura más grande de todas las ediciones de Concéntrico. Una cruz de 20 x 14 metros y construida con madera quemada superficialmente plantea un recorrido interior a oscuras no apto para claustrofóbicos. Una obra del artista alemán Gregor Schneider” que supone una continuación del trabajo conceptual que está desarrollando en los últimos años.

“Arch-Play” fue la siguiente obra del interesante itinerario. Ubicada en la amplia Plaza del Espolón, supone una reinterpretación invertida de los arcos de medio punto existentes en el pórtico ubicado justo enfrente. Utilizando tableros de madera y redes de catamarán, los autores centran su interés en conseguir la máxima participación ciudadana. Y sin duda, lo consiguen. Aunque no puedo encontrar referencias a la obra que Benedetto Bufalino creó para este mismo espacio el año pasado, o incluso otra obra de esa misma edición en la que también se reproducían elementos de la arquitectura circundante (las columnas cilíndricas existentes). En cualquier caso, interesante producción.

Por último, la obra “Estatua ecuestre” ( obra de una artista polaca) es una creación que reproduce la estatua de Espartero ubicada justo al lado, utilizando madera maciza y un espíritu infantil. De esta forma surge una gran escultura de casi una tonelada de peso, pero cuya base curva la convierte en un balancín perfecto para los más pequeños.

Esta edición ha demostrado la buena salud de este super–recomendable Festival y que las ideas de los diferentes equipos creativos no tienen límites. Por todo ello, estoy completamente seguro de que tenemos Concéntrico para muchos años. Enhorabuena a todo el equipo!!!